escribiendo


Al escribir no busco otra cosa que perpetuar las palabras
y permear a disléxicas interpretaciones.




poesía


nave
en la nave que me lleva al infinito
soy ventanilla de sueños
eterno buscador del placer
efímero protagonista
de los cuentos de verne
saco a dar vueltas
mi enterrada bitácora familiar
juego de colores luz y sombra
que destiñe en la memoria
del olvido
copa de plata iluminada
que salpica nuestra sangre
y nuestras cenizas en la mar
desterrando historias de mascaras
y desvistiendo la figura embalsamada de un satélite
que por milenios ha filmado
la cara oculta del sol


inmortal
salir del entierro
fulminarse con la luz
ser del aire y del firmamento
confundirse con las aves
entre tanta selva volar
entre tanto espacio nacer de nuevo
manutara ensimismado
irradiando el espeso semen
pez espejado de plata
inhalando la furia del mar
la fuerza del math
esperando nada
solo sabiendo el aquí
realzando la lucha
de las ballenas en la inmensidad


después

ubicadodes
esperadodes
empleadodes
acerdes
pues
ordendes
madredes
padredes
hijodes
espiritudes
santodes
pues
hacerdes
hojardes
clavardes
unirdes
armardes
amardes
pues
amardes
pues
puedes
amar
des
pues
?


tigre urbano

la luz que se cuela por mi ventana
y el aullido de un pequeño tigre urbano
me han robado de mi horas de durmiente
la luna intrépida en medio del oscuro
me ha dejado como hambriento lobo
buscandote en el menudo espacio de mi cama
furioso mar eterno que no amaina
hasta que me ve salir de casa
a la caza
a tu casa
vestido de nocturno animal
y entrar por tu ventana
y entrar en tu sueño
y entrar en ti
o quizá solo quedarme quieto
observadote por un instante
y regresar a mi guarida
sin dejar rastro
y esperar hasta el momento
en que de tanto desearlo
entres tu
princesa tierna y ardiente
embriagando con tu perfume marino
el canto de la mañana
que a cada palabra mas se acerca
para despertarte sonriente
y desearte que este día sea tan bello
como la noche de la que nació


la estación de los espejos

un segundo en la sombra
tu silencio espejado de locura
embriagando por un sorbo del perfume
derramado en la acera del camino que en alguna vida repetí
que aquella luz bajo los párpados
se deja hablar como dos gotas
danzando tontas en la ausencia del reloj
sumergidas en un solo de clarinete
que al final es un solo mordisco
de el encontrado laberinto
que en nuestras pupilas
habita el cable de acero que nos funde para siempre
y en una hoja en el viento
que por tu ventana entra como otoño pergamino
va ese parlamento que nunca me aprendí
y detenerse en la estación de los espejos
en la que flora baja a pintar el jardín de un loco dios extraviado
que continua amando
para refrescarle la memoria a los muertos
que nunca hemos muerto


el arpa del pecho
el arpa del pecho en la luna acierta
las emotivas luciérnagas no tienen presión
del canto efervescente del oscuro
el espejo en el pasto
bebe al enmudecer unos versos sin carne
bien canta mi alcayota cuando por fina dulzura
se come a los pájaros del día
estrechándole una pierna a las caracolas
a la orixa del río a las piedras
a los sapos de tela verde
que envuelven su bola de vidrio
para no decir cristal
publicidad gratuita
para no querer estar
y que el sexo sea un capítulo
en la arena del suspiro perpetuo
yacer en el cuento
de las mil y una tortugas
que ágilmente dejan de pensar
cuando suben a cantar
y se quejan
los nudos del olor
de la serpiente
de la presa es el silencio calvario
de la desesperación
en persecución
los hirieron por dentro
y se fueron corriendo fugaces
a la esquina del mundo
tuvieron que venir a parar
a la esquina angosta del mundo
donde las ranas vuelan en las noches de sol lleno
aquí se pierden las palomas negras al atardecer
y las negras hacen su ritual al encrudecer
felices por la puesta de la tierra
y en su aureola volar


sacaan